El programa de piso supervisado proporciona a las personas con enfermedad mental una alternativa de alojamiento normalizado y estable, asegurando la cobertura de sus necesidades básicas, con el fin de potenciar su autonomía, mejorar su calidad de vida, favorecer su rehabilitación y posibilitar su integración social
El piso supervisado ofrece un apoyo flexible, individualizado y continuado a través de visitas domiciliarias, contactos telefónicos y acompañamientos. Se trata de una supervisión de apoyo, (no de 24 horas), a través de visitas diarias o en días alternos; dependiendo de las necesidades y demandas existentes. Además, cada usuario requiere un apoyo ajustado a su plan individualizado de trabajo (PIA). El PIA es donde se plantean los objetivos y las actividades para conseguirlos; y son distintos para cada usuario. La línea prioritaria de trabajo pasa por la participación activa de los usuarios, tanto en lo que se refiere al cuidado y mantenimiento del piso, como en las decisiones relativas a la organización y funcionamiento del mismo.
Las áreas que se trabajan en el programa de alojamiento supervisado son las siguientes:
Área de Educación para la Salud y Psicoeducación
Área de Ajuste Personal y Habilidades Sociales
Área de Habilidades de la Vida Diaria